La acusación particular ha solicitado cuatro años de cárcel para un comerciante de Écija (Sevilla) que presuntamente grabó a las empleadas y clientas de su negocio en el baño, para lo que había escondido una cámara en el extractor de humos conectada directamente con su mesa de despacho.
El empresario está acusado de haber instalado, durante el año 2002, en el aseo de su tienda una microcámara oculta en el interior del extractor de humos, "orientada claramente hacia el inodoro", con un cableado disimulado en el interior de una tubería de aluminio que conducía hasta un ordenador en la mesa de despacho del acusado.
Las acusaciones consideran que mediante la utilización de este artificio técnico "el acusado vulneró la intimidad de numerosas mujeres", entre ellas las dos que han ejercido la acusación, que "se reconocen sin ningún género de dudas en una de las grabaciones que aparecen en los CDs intervenidos".
El empresario está acusado de un delito contra la intimidad, por el que la Fiscalía pedirá tres años de cárcel en el juicio que celebrará un juzgado penal de Sevilla en los próximos meses. Una de las acusaciones particulares solicita cuatro años de cárcel y otra tres años y medio, junto al pago de una multa de 7.200 euros y una indemnización de 4.000 euros por los daños morales.
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